viernes, 23 de agosto de 2013

Tipos

Existen dos tipos de Lupus: el Cutáneo y el Sistémico:
El Lupus Cutáneo:
Las lesiones cutáneas en el Lupus son muy variadas y se las clasifica en específicas o inespecíficas. Las específicas, son muy características de esta enfermedad, como en el Lupus Discoide, el Subagudo o el Agudo.
Al Lupus Discoide se le identifica por presentar ronchas que aparecen en la cara, cuello, tronco y la piel del cuero cabelludo. Dejan cicatrices sinó se hace un tratamiento pronto y eficaz.  El Lupus Cutáneo Subagudo presenta unas lesiones en forma de “donut” con el centro blanco y borde circinado, con una distribución más generalizada afectando tronco y brazos pero rara vez afecta la cara o el cuero cabelludo. El tratamiento de dichas lesiones no deja secuela o cicatriz.
Aproximadamente el 5% de los pacientes con Lupus Discoide pueden cambiar a la forma Sistémica de la enfermedad. Esto aún no es posible predecirlo o prevenirlo. El tratamiento del Lupus Discoide no previene la progresión a la forma Sistémica. Los pacientes que progresan a esta forma de la enfermedad, probablemente tenían Lupus Sistémico desde el principio.

Lupus  Cutáneo Subagudo
Lupus Cutáneo Discoide





El Lupus Sistémico:
Es más severo que el Lupus Cutáneo y puede afectar casi cualquier órgano del cuerpo. En algunas personas, les puede afectar solamente la piel y las articulaciones. En otras, les afecta las articulaciones, pulmones, riñones y otros órganos o sistemas. Por lo general, no hay dos pacientes con Lupus Sistémico que tengan síntomas idénticos. En el Lupus Sistémico se pueden presentar periodos en donde pocos o ningún síntoma estén presentes (periodos de “remisión”) o con múltiples síntomas cuando la enfermedad esté activa (“recaídas o brotes”). Con mayor frecuencia cuando la gente menciona la palabra “Lupus” se refiere a la forma sistémica de la enfermedad.


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